La anestesia raquídea, también conocida como anestesia espinal, constituye una de las técnicas anestésicas más empleadas en el ámbito quirúrgico desde hace más de un siglo. Su uso se ha consolidado tanto en cirugías generales como en obstetricia, traumatología y urología, debido a su eficacia, seguridad y rápida instalación.
En términos sencillos, la anestesia raquídea consiste en introducir un anestésico local en el líquido cefalorraquídeo, produciendo un bloqueo reversible de la sensibilidad y el movimiento en la parte inferior del cuerpo. Esta técnica evita la necesidad de anestesia general en múltiples casos y permite que el paciente permanezca despierto durante el procedimiento, lo que aporta ventajas adicionales en seguridad.
A continuación, exploraremos en profundidad qué es la anestesia raquídea, cómo se diferencia de la epidural, qué efectos produce en el organismo, cuánto tiempo dura, cuáles son sus complicaciones más frecuentes y cómo se prepara al paciente antes de aplicarla.
¿Qué es la anestesia raquídea?
La anestesia raquídea es una forma de anestesia regional, lo que significa que solo afecta a una región específica del cuerpo, a diferencia de la anestesia general que produce pérdida de conciencia.
Se realiza mediante la punción con una aguja fina en la zona lumbar, habitualmente entre las vértebras L3-L4 o L4-L5, donde se administra el anestésico en el espacio subaracnoideo. Una vez inyectado el fármaco, este se mezcla con el líquido cefalorraquídeo y bloquea la transmisión de los impulsos nerviosos en las raíces nerviosas que controlan la sensibilidad y el movimiento de la parte inferior del cuerpo.
Breve historia de la anestesia raquídea
1898: El cirujano alemán August Bier realizó la primera anestesia raquídea documentada utilizando cocaína como agente anestésico. Aunque los efectos secundarios fueron intensos (náuseas, vómitos, dolor de cabeza severo), sentó las bases de esta técnica.
Siglo XX: Se perfeccionaron los anestésicos locales y las agujas utilizadas, reduciendo complicaciones como la cefalea postpunción.
Hoy en día: Es una técnica refinada, de uso rutinario, con anestésicos más seguros como la bupivacaína y técnicas que minimizan riesgos (ej. agujas tipo “pencil-point” para reducir fugas de líquido).
Indicaciones principales
La anestesia raquídea se utiliza en una amplia gama de procedimientos:
Cesáreas y partos por vía abdominal.
-Cirugías urológicas como resección transuretral de próstata.
-Cirugías ortopédicas: prótesis de rodilla, cadera, tobillo o pies.
-Procedimientos ginecológicos en útero, trompas y ovarios.
-Cirugías generales de abdomen bajo, como hernias inguinales.
-Cirugías vasculares de extremidades inferiores.
Diferencias entre anestesia raquídea y epidural
Aunque ambas técnicas se aplican en la zona lumbar y bloquean la sensibilidad en la parte baja del cuerpo, existen diferencias claras:
Característica | Anestesia Raquídea | Anestesia Epidural |
Lugar de inyección | Espacio subaracnoideo, en contacto con el líquido cefalorraquídeo. | Espacio epidural, fuera de la duramadre. |
Aguja | Más fina, penetra más profundamente. | Más gruesa, no atraviesa la duramadre. |
Inicio de acción | Muy rápido (5-10 min). | Más lento (15-20 min). |
Intensidad del bloqueo | Intenso y completo. | Gradual, puede modularse. |
Duración | Limitada por la dosis única administrada. | Puede prolongarse con catéter continuo. |
Uso típico | Cesáreas, cirugías cortas o medianas. | Trabajo de parto, cirugías prolongadas. |
Movilidad del paciente | Generalmente pérdida de movimiento en piernas. | Puede conservar movilidad parcial. |
En resumen: la raquídea se usa cuando se requiere un bloqueo rápido y completo; la epidural se elige cuando se necesita un control prolongado del dolor, como en partos largos o cirugías extensas.
Efectos de la anestesia raquídea
El bloqueo espinal produce varios efectos fisiológicos, algunos buscados y otros secundarios:
Efectos principales
Anestesia sensitiva: El paciente no siente dolor en el área intervenida.
Bloqueo motor: El paciente pierde fuerza y movimiento en las extremidades inferiores.
Bloqueo simpático: Los vasos sanguíneos se dilatan, pudiendo bajar la presión arterial.
Sensaciones durante la anestesia
-Hormigueo o adormecimiento en las piernas.
-Sensación de calor en la parte inferior del cuerpo.
-Incapacidad de mover las piernas temporalmente.
Beneficios fisiológicos
-Disminuye la respuesta al estrés quirúrgico.
-Reduce la necesidad de opioides en el postoperatorio.
-Favorece la recuperación rápida de la conciencia y de la respiración normal, a diferencia de la anestesia general.
¿Cuánto dura la anestesia raquídea?
La duración depende de:
Tipo de anestésico:
Lidocaína: 60-90 minutos.
Bupivacaína: 120-180 minutos.
Ropivacaína: 120-180 minutos.
Dosis utilizada.
Uso de aditivos: opioides como fentanilo o morfina prolongan el bloqueo y mejoran el control del dolor.
En promedio, la anestesia raquídea dura entre 1.5 y 3 horas, lo cual es ideal para cirugías de duración intermedia. Para cirugías largas, se combina con anestesia epidural o general.
Complicaciones más frecuentes
Aunque es una técnica segura, no está exenta de riesgos:
Complicaciones inmediatas
–Hipotensión arterial: la más frecuente. Se controla con líquidos y vasopresores.
–Bradicardia: frecuencia cardíaca baja.
–Náuseas y vómitos: por la hipotensión.
A corto plazo
–Cefalea postpunción dural: dolor de cabeza al ponerse de pie, debido a fuga de líquido cefalorraquídeo.
Dolor lumbar leve: transitorio.
Raras pero graves
Infecciones (meningitis, absceso epidural).
Hematoma espinal (riesgo en pacientes anticoagulados).
Lesión neurológica permanente (extremadamente infrecuente).
Preparación del paciente para la anestesia raquídea
El éxito del procedimiento no solo depende de la técnica, sino también de una adecuada preparación del paciente.
Evaluación preanestésica: se revisa historia clínica, alergias, medicamentos (especialmente anticoagulantes) y estado general.
Ayuno: se solicita evitar comidas y bebidas varias horas antes de la cirugía.
Colocación del paciente: habitualmente sentado o en decúbito lateral con la espalda encorvada para abrir los espacios intervertebrales.
Monitoreo constante: presión arterial, frecuencia cardíaca y oxigenación.